El impacto de las amenidades en la decisión de compra de un inmueble

En el mercado inmobiliario actual, las amenidades son uno de los elementos más atractivos para los compradores y un recurso estratégico para los desarrolladores que buscan diferenciar sus proyectos. Espacios como piscinas, gimnasios, salones sociales, zonas de coworking y áreas verdes bien diseñadas representan un valor adicional para las propiedades y, en muchos casos, influyen directamente en la decisión de compra. Sin embargo, aunque estas características son un factor decisivo para muchos, su uso real suele ser considerablemente menor al esperado, lo que plantea dudas sobre el verdadero valor e impacto de las amenidades en la decisión de compra de un inmueble.

La percepción de las amenidades está ligada a una aspiración de estilo de vida. Los compradores, especialmente jóvenes profesionales y familias, tienden a asociar estos espacios con bienestar, exclusividad y comodidad. En un mercado competitivo, un desarrollo que ofrezca instalaciones como un gimnasio moderno o una terraza con vista panorámica puede captar más interés que uno sin ellas, incluso si las propiedades son comparables en términos de tamaño, precio y ubicación. No obstante, esta percepción también conlleva costos fijos adicionales que los propietarios deben asumir en forma de cuotas de mantenimiento y administración, las cuales pueden encarecer significativamente la vivienda.

A pesar de su atractivo, el porcentaje de uso real de las amenidades es bajo. Diversos estudios han mostrado que menos del 40% de los residentes utiliza regularmente las instalaciones disponibles. Esto se debe a múltiples factores, como la falta de tiempo debido a las exigencias del trabajo y los desplazamientos en una ciudad como Bogotá, las preferencias individuales que no siempre coinciden con las amenidades ofrecidas y la percepción de costos adicionales asociados al uso de ciertos espacios. Además, en algunos casos, las amenidades no están diseñadas de manera que realmente respondan a las necesidades de los residentes, lo que resulta en una infraestructura atractiva pero subutilizada.

Este panorama ha llevado a los desarrolladores a repensar el diseño y la oferta de amenidades en sus proyectos. En lugar de incluir características estándares, como piscinas o gimnasios grandes, algunos optan por priorizar espacios multifuncionales que puedan adaptarse a diferentes usos, como terrazas que sirvan tanto para reuniones sociales como para actividades de relajación. También están ganando popularidad las amenidades que fomentan la interacción comunitaria, como huertas urbanas, zonas para mascotas y áreas recreativas para niños, que tienden a tener un uso más consistente por parte de los residentes.

Las amenidades continuarán siendo un recurso clave en el mercado inmobiliario, pero tanto compradores como desarrolladores deben considerar su verdadero impacto y utilidad. Aunque representan una promesa de un estilo de vida atractivo, su uso real depende del diseño, la planificación y el compromiso de quienes habitan los espacios. Por ello, evaluar el equilibrio entre el atractivo inicial y los costos y beneficios a largo plazo es fundamental para tomar decisiones informadas y asegurarse de que la inversión en estas características sea verdaderamente valiosa.